miércoles, 19 de septiembre de 2012

Empezamos ¡Por Tutatis!


Estamos en el año 5 d.E.C. (Después del Estallido de la Crisis). Toda la parrilla televisiva está ocupada por la telebasura… ¿Toda? ¡No! Un pequeño programa de televisión poblado por irreductibles periodistas resiste todavía y siempre al invasor…

Estoy hablando ni más ni menos que de “Salvados” el programa que cada semana conduce Jordi Évole junto a su equipo en busca de la actualidad sociopolítica más candente del momento para ofrecérsela a un pueblo cada día más infoxicado con banales y casposos debates en donde prima más el grito y la retórica que el rigor y el análisis.

No me pararé a hablar de los detractores del Follonero que basan su argumento principal en el sesgo ideológico del programa porque sólo hace falta verlo una vez para comprobar la pluralidad del mismo dentro de las consecuentes acotaciones que se deben hacer en un programa que dura menos de una hora, argumento también válido para los detractores que, erigiéndose en catedráticos de la política contemporánea observan una falta de profundidad y una cierta simplicidad a la hora de abordar tan complejos temas.

Hablamos de televisión. Si quieren algo profundo lean a Feuerbach.

¿A qué viene todo esto?

En el último programa emitido el pasado domingo el equipo de “Salvados” se preguntaba si esta sociedad era de usar y tirar. ¿Somos ciudadanos Clínex? ¿Realmente la soberanía reside en el pueblo tal y como reza el artículo 1.2 de la Constitución Española? ¿Están los poderes fácticos en correlación con las instituciones de iure mermando la participación política legítimamente otorgada al pueblo español? Podríamos ir un paso más allá: ¿Existe una verdadera cultura política en España?

A partir de todas estas cuestiones nace EL REY DEL BARÓMETRO con el fin de cumplir una clara vocación: Llevar la política al pueblo. Recordemos que el artículo 128.1 de la Constitución Española declara que: “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al INTERÉS GENERAL”. Obviamente los padres fundadores se referían a una riqueza material, pero yo me he permitido reinterpretar el texto dándole al concepto de riqueza un matiz diferente, cultural, intelectual y colectivo.

Sean bienvenidos y recuerden, juntos no podemos restar, tan solo CRECER.













No hay comentarios:

Publicar un comentario