Elecciones 2012 al Parlamento de Cataluña

          Las elecciones al Parlamento de Cataluña del pasado 25 de Noviembre han arrojado una serie de datos que son interesantes tener en cuenta. Debido a mi desconocimiento de la política catalana tan sólo voy a hacer unos apuntes superficiales a tenor de la objetividad que emana de las cifras.

         Antes que nada, veamos la siguiente evolución en relación al número de votos totales obtenidos por los partidos con representación en el Parlamento entre los años 2006 y 2012. Los números entre paréntesis indican el número de escaños obtenidos en cada legislatura.

Fuente de Elaboración propia

         
          Sin novedad con respecto a los sondeos preelectorales, esta jornada electoral se ha basado principalmente en un aumento significativo de la participación, movilizándose más de 600.000 electores con respecto a las anteriores elecciones autonómicas. El descenso de la abstención, en perspectiva con el descenso de los votos en blanco y el nimio aumento de los votos nulos, vislumbra un interés del pueblo catalán en su política regional. Han participado y han elegido a sus representantes.

          CiU y PSC pierden alrededor de 90.000 y 52.000 votos respectivamente, cantidad ciertamente pequeña en comparación a los 12 y 8 escaños que pierden cada uno. Junto con SI, que se queda sin representantes al perder sus 4 escaños, son los únicos partidos que pierden apoyo electoral.

        ¿Dónde han ido a parar los 24 escaños restantes?

        ERC obtiene 21 escaños (+11), uno más que el PSC a pesar de obtener menos votos en su totalidad. PP consigue 19 (+1); ICV se hace con 13 (+3); Ciutadans acaba con 9 escaños (+3) y, por último, irrumpe CUP con 3 escaños.

          Aunque de cara a la opinión popular el descenso del partido de Artur Mas pueda suponer un rechazo de la ciudadanía al proyecto independentista, lo cierto es que agrupando los votos de los partidos con posturas similares en el debate soberanista encontramos los siguientes resultados:

Fuente de Elaboración propia

         En el anterior gráfico vemos los resultados obtenidos por los partidos que, a grandes rasgos, se autodeterminan como independentistas, federalistas o centralistas.

         Las tres corrientes presentan una evolución al alza como respuesta a la mayor movilización del electorado en estos comicios y, aunque la mayoría del electorado apoye las propuestas independentistas es relevante como el distanciamiento entre esta postura y las que abogan por otro medio diferente al de escisión catalana ha disminuido desde el año 2010, cuando la diferencia entonces era mayor.

        Éste es un análisis simple y superficial, por lo que no es posible afirmar categóricamente nada sin considerar otras variables, pero es cierto que resulta relevante que en la época en la que el pueblo catalán ha manifestado de manera más aireada su sentimiento de independencia, ésta no se haya visto reflejada de manera unánime en los resultados, porque si importantes han sido los apoyos a CiU, ERC y CUP, también lo es el apoyo a ICV y Ciutadans, e incluso la leve mejoría del PP.

       Independientemente de ello, el Gobierno central debe tener en consideración todas estas realidades, pues negar una evidencia democráticamente manifiesta únicamente puede acarrear efectos contraproducentes al conjunto del Estado Español.